la luna y la pena

Jorge Drexler, en Bilbao (Teatro Arriaga)

Estaba Jorge Drexler una noche paseando por la arena blanca de una pequeñísima isla del Caribe venezolano, cuando tumbado en la arena mirando la luna, sintió que la luna le hablaba solo a él.

La luna le dijo que la pena, que todo lo ve, no llegaba hasta allí, que en esos dos metros cuadrados donde estaba tumbado había un punto ciego de la pena.

Como genial poeta que es, ha terminado la canción hablándonos solo a nosotros: al menos en estas dos horas de concierto que hemos vivido juntos no ha estado la pena…

Qué bonito¡¡¡¡¡

Esta es la canción, preciosa….

la naturaleza, fuerza de vida

Hoy es un día gris, frío y lluvioso, muy lluvioso.

Es sábado y me he levantado más tarde de lo habitual y con menos energía de lo habitual.

Tenía ganas de ver el mar, he comprado el periódico y he ido a desayunar a un bar que hay en la playa de Ereaga, en Getxo.

Ver el mar siempre me recarga, pero hoy especialmente. Un día que diríamos desagradable o muy desagradable, ha resultado ser una experiencia energetizante.

Tras un par de cafés, he cogido un paraguas grande y he empezado a andar por el paseo de la playa, donde me habré cruzado con cuatro o cinco personas. En el mar, unos cuantos veleros y en la playa, una docena de chicos y chicas jugando al frisbee, sin ningún miedo a la lluvia.

He disfrutado del frío en la cara, del rugido del mar, del precioso gris azulado uniendo el cielo y el mar, me he calado las botas y los pantalones, pero me he despertado, me he despertado a la vida.

entrenando la atención y la respiración

imágen de Tania Marmolejo en Artsy

El confinamiento Covid ha sido una oportunidad para mí en muchos aspectos, uno de ellos el descubrimiento del yoga y la meditación. Desde entonces, y de una cosa que te lleva a otra, no he parado de descubrir y entender desde diferentes ángulos la importancia que tienen dos cuestiones a las que nunca había prestado atención, una de ellas precisamente es prestar atención, como se entiende desde el mindfulnes, atención plena, es decir al momento presente y sin juicios, y la otra es la respiración, algo que hacemos miles de veces al día de manera inconsciente, cuando también es algo que podemos hacer de manera consciente, utilizando el tipo de respiración que necesitamos en cada momento, tanto para calmarnos como para activarnos.

No tenía la menor idea de que se podía aprender sobre estas cosas, y mucho menos que se podían entrenar.

Pues aquí estoy ahora, entrenando la atención de manera consciente. Hace un rato he salido de casa con la intención de dar un paseo al modo mindfullness, empezando por no llevar ni móvil ni música.

Tengo un paseo muy cerca de casa en el lateral de la ría de Bilbao que es muy agradable y que suelo hacer todos los días generalmente con música o escuchando un podcast. Hoy he empezado a andar con la intención de poner todos los sentidos a prestar atención a lo que estaba viviendo en ese momento. Se me ha agudizado la vista, despertado el oído y también la piel.

Escuchaba el viento, que poco a poco era más fuerte, escuchaba los árboles y también las hojas ya secas cayendo al suelo, los coches, los autobuses y las bicicletas, cada uno con su sonido especial, y las voces de la gente, masculinas, femeninas, más y menos graves y agudas, las voces de los que estaban entrenando remo en la ría, la sincronía de los remos….

Y la vista, el cielo azul oscuro, sin luna, el agua de la ría calmada al principio, luego más agitada, pequeñas olitas, las luces de los semáforos, las he visto más potentes que otras veces, las farolas, las camisetas fosforitas de los que estaban haciendo deporte, el balón de los que jugaban al baloncesto al otro lado, la forma de pasear de unos y otros, más rápida, más lenta, sentados en un banco leyendo o mirando el móvil, o charlando….

Y el tacto, qué importante, la brisa del agua, el aire cálido que tocaba mi piel, mi propia ropa que se movía con el aire…

Y, por último, la atención a mis propios pasos, la postura de mi cuerpo, de mi espalda y mi cabeza,, cómo respiraba con el diafragma y por la nariz…., cuántas cosas tan importantes para simplemente vivir…, las hacemos continuamente y no nos damos cuenta….

Y se me olvidaba, dándome cuenta de algun pensamiento que me iba apareciendo y dejándolos pasar tranquilamente, un libro que tengo que llevar a la biblioteca, un mensaje que quiero enviar a un amigo, un curso al que voy a ir mañana…..

El paseo ha sido un gustazo y mi sensación de mucha calma y disfrute.

Seguiré entrenando….

la impostora inicia su camino

Hoy es un día especial.

Empiezo mi camino de escritora y de pintora, o de ambos a la vez.

Año tras año necesitando expresar lo que llevo dentro, viviendo en una realidad que realmente no es la que yo quiero. Siento que siempre he vivido en dos mundos paralelos, en mi mundo interior y en un mundo hacia fuera que ha sido muy absurdo muchas veces. Y siempre me salva mi propio mundo, ese que me deja ser yo misma, expresarme con colores, con formas, ese mundo de lecturas que me atrapa, ese mundo de personajes bohemios en los que quisiera convertirme….

Ahora, con 58 años ni más ni menos, con una profesión nada gratificante y que, además, me quita mucha energía, siento que no puedo esperar más. Es mi momento. Quiero dejar de esconderme en las rutinas de cada día, quiero dejar de ser la impostora que se esconde una y otra vez, con una excusa tras otra, quiero dejar de tener miedo a ser yo misma, quiero arriesgarme de verdad y quiero no sólo vivir en mis sueños.

Hoy empiezo un taller de escritura con Carmen G. de la Cueva, de la tribu, un club de lectura feminista que me está llevando por terrenos desconocidos, que me hace soñar y me incita a recuperar mi energía creadora.

Mi proyecto, escribir un libro ilustrado, me encantaría desarrollar la escritura y la pintura, las dos, porque las dos son parte de mi ser, siento que tengo cosas que decir, que necesito soltar mis emociones, los colores, las palabras me van a acompañar….

El amarillo es mi color.

El cuadro es de Mark Rothko, Sin título (1952).

feliz 2010 para todos

 

Hoy ha empezado 2010 y además de desearos un muy feliz año, quiero pedir algunos deseos para todos, que nos queramos, que nos escuchemos, que nos entendamos, que tengamos salud, que encontremos paz interior, que no haya guerras, ni secuestros, ni violencia, ni abusos, que seamos cada vez menos egoistas y que intentemos ver todos los días en positivo, con alegría y con una sonrisa.

Yo he empezado 2010 genial, lo he pasado con Miguel, mi hermano, Puy,  mi cuñada, y con mis sobrinos, Sandra, Sergio y Marina, que son las tres personas que más energía y alegría dan a mi vida.