Atenas veinte años después……..

Acabo de venir de pasar una semana en Aténas y me ha encantado.

Había estado nada menos que hace veinte años, en el viaje de estudios tras acabar la facultad. Ha resultado una experiencia como menos curiosa, de aquel viaje tengo un precioso recuerdo de mis amigos, de nuevos amigos que hicimos allí y de las juergas, y eso es todo, ni más ni menos, claro …..

Ahora, con otros ojos y con veinte años más, he disfrutado de Atenas también muchísimo, de otra manera, por supuesto. Hay quien dice que es para pasar un par de días y nada más, yo creo que para algo más, tiene unos contrastes muy interesantes, un mundo ruidoso y no muy agradable (coches, calles y edificios que necesitan un repasillo o dos……. y cierto toque extraño en algunos lugareños, uno de los días me siguieron desde el hotel un buen rato ….. hasta que dí esquinazo al tipo que me seguía, que no era precísamente para ligar ..) y otro mundo encantador, gente muy amable y habladora, zonas silenciosas y muy agradables para pasear, para pensar, para simplemente mirar, porque….. hay mucho que mirar ….. la Acrópolis, con el Partenón, desde allí mismo o la Acrópolis desde cualquier otro punto de la ciudad desde el que la miraras, la Acrópolis de día y la Acrópolis de noche……… me ha chiflado…, además de pasear por el laberinto del barrio de Plaka, el ambiente de las terrazas y restaurantes, la vida en la calle, los grupos de hombres jugando en la calle al badgamon a la vez que tenían un puesto de cualquier cosa …….., las preciosas iglesitas bizantinas que encuentras por todos lados, el Ágora griega y el Ágora romana, el mercado de abastos que no te puedes perder, donde ves cantidad de trozos de carne y de hígado cortados, cabezas de cordero a montones, todo expuesto y los carniceros, como si de cirujanos se tratara, con sus batas blancas en un pasillo fuera de los puestos atrayendo a sus clientes………. muy muy curioso, pero un mundo de hombres sin duda.

Esta vez he ido con otros amigos, Juanjo y Pablo, con los que me lo he pasado genial, también con Juantxo que estuvo casi todos los días con nosotros.

 

 

 Los últimos días los pasé a mi aire, pululé por Atenas y pasé un día en Hydra, una isla preciosa, sin coches (sólo tienen burros como transporte, y barcos, claro…), donde me dieron ganas de quedarme, pero para siempre…….. no sé, la vida es tan distinta en unos sitios y en otros, y a la vez tan igual………. bueno, ahora de filosófía nada ¿no?